Tengo un corcho en mi cuarto que hace de corazón,
tiene escrito mis secretos más intimos,
y algún número de teléfono que se me olvido en algún cajón.
Cada mañana, las fotos me recuerdan gracias a quien rio y sonrio, tras sonar el maldito despertador.
tiene escrito mis secretos más intimos,
y algún número de teléfono que se me olvido en algún cajón.
Cada mañana, las fotos me recuerdan gracias a quien rio y sonrio, tras sonar el maldito despertador.
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