Me reí por la carita que puso para explicarme que estaba cansada. Él sonrió cuando se soltó de sus brazos para abrazarme. En ese momento rebuscamos en nuestros recuerdos hasta el día que discutíamos por los nombres que poner a los niños ( los que nunca hemos llegado a tener) y sellamos el acuerdo con un dulce beso.
A esa niña la quiero por muchas cosas pero podría decir que aunque no fuera pispoleta, educada y risueña la seguiría protegiendo porque tiene sus mismos ojos y ceñe el entrecejo de la misma manera que tú cuando no estoy entre vuestros brazos.
Guau... :)
ResponderEliminarjjijij gracias =)
ResponderEliminar:o es super interesante y me encanta :D es tan tierno ;D
ResponderEliminarmuchas gracias¡¡ =O)
ResponderEliminarVale, voy a repetirme, pero no puedo decir otra cosa... increíble, me encanta el blog
ResponderEliminarUn besazo!
jajajaja al final me vas a sacar los colores y me lo voy a creer y todo =O) muchas gracias¡
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